En el 2021 las barberías crecieron un 26,2%, lo que corresponde a más de 14.500 empresas vinculadas a este rubro.
Una alerta que comenzó levantando los vecinos, alcaldes y parlamentarios, quienes sostienen que resulta a lo menos “curioso” la proliferación de barberías con personal generalmente extranjero. Muchos de estos negocios trabajan hasta las 12 o 1 de la madrugada e incluso algunos mantienen el “delivery” dentro de sus servicios.
Según el Ministerio Público, en 2022 hubo 164 casos ingresados por lavado de dinero, los que subieron a 210 en el 2023. Durante el año 2022 la fiscalía reportó 116 sentencias definitivas condenatorias y 122 el año siguiente.
Hasta el minuto se desconoce cuántas barberías podrían estar utilizándose como fachada para lavar dinero o comercializar droga, pero todo indica que, por el aumento descontrolado de este negocio, hace a lo menos sospechar que algo puede estar pasando.
El crimen organizado no descansa, es por esta razón que urge contar con herramientas para mitigar riesgos asociados al lavado de activos. La tecnología ha ayudado a controlar y monitorear este tipo de ilícitos, por ejemplo el desarrollo de la Inteligencia Artificial, que pretende prevenir estos delitos y hacer que las empresas mantengan sus controles al día.
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