Resulta clave elaborar un perfil adecuado de quien ejerce la función de cumplimiento al interior de las empresas. La función del “encargado de prevención del delito” se ha transformado en una labor estratégica al interior de las compañías que deben enfrentar, entre otros, los modelos de prevención de delitos para cumplir con la Ley de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas, entre otras cosas. 

Hace un buen rato que las personas que ejercen como encargados de prevención del delito están en boga, no solo en el mundo, sino también en Chile. La ética en los negocios es muy importante hoy en las empresas, es de conocimiento público que las regulaciones son cada vez más complejas, pero además el estándar ético que exigen los grupos de interés en el desarrollo de los negocios es mayor. 

Esto ha significado que quien ejerce la función de cumplimiento se ha convertido en una persona cada vez más empoderada y relevante en los negocios. Muchas veces esta tarea es ejercida por profesionales de distintas disciplinas: abogados, auditores, ingenieros, periodistas, psicólogos, entre otros. Pero más allá del profesional a cargo es importante resaltar algunas características que sí o sí debería tener un Encargado de Prevención del Delito exitoso/a. 

1. Actualización

El encargado de prevención del delito es un profesional que está al día. No solo conoce la normativa sectorial, sino que se preocupa de revisar las noticias para poder estar informado.
 

2. Altura en la organización

Se trata de un profesional empoderado por la alta administración. Es decir que se encuentra designado por la alta administración y además goza de una buena “estatura” al interior de la organización, esto es: un buen nivel en relación con su formación, experiencia previa en cumplimiento.

3. Conciencia del negocio en la organización

Esta persona ejerce la función debidamente, sabe que el negocio de la compañía no es el compliance, pero que sin compliance ningún negocio es posible. Trata de ayudar a que los negocios se concreten, mitigando al máximo los riesgos legales y reputacionales, pero al mismo tiempo ejerce su labor como gran solucionador de problemas. 

4. Decir “no” con empatía

El encargado de prevención del delito dice “no” a determinados negocios siempre de manera empática. Aprovecha además la ocasión para que todos comprendan los riesgos involucrados y el fundamento racional de su decisión. Se trata de una importante tarea de persuasión y motivación.

5. Cercanía

Un EPD exitoso se conecta con la gente, es empático y genera confianza. El que ejerce esta función debe conectarse con las personas a un nivel cercano, aprovechando el momento de un café.

6. Buscar aliados

 Busca aliados en mandos medios dentro de la misma empresa para lograr apoyo y promoción del programa de compliance.

7. Arquitecto de decisiones

Es decir cada norma autoimpuesta, cada medida, cada actividad de concientización, cada control, tiene también por objeto ir encauzando el comportamiento de todos los empleados hacia el estándar deseado.

8. Protección ante represalias

Él o ella está protegido frente a represalias. La opinión del oficial de cumplimiento puede causar tensión y por ello resulta importante que esté blindado y que su desvinculación esté siempre muy fundada. 

9. Ética rentable:

Sabe claramente qué resulta correcto y qué resulta incorrecto y es riguroso al momento de distinguir porque sabe que la ética es rentable en el mediano y largo plazo. 

Para terminar es super importante trabajar en un perfil que se adecue a la persona que ejerce la función de cumplimiento al interior de las empresas, ya comenzó la era del compliance y es de vital importancia aceptarla e incluirla como parte del desarrollo empresarial, una labor estratégica y transparente es la clave para el negocio.

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